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(VIP Deportivo) Los Dallas Mavericks se sitúan a una victoria de avanzar a la Final de la NBA tras vencer en el American Airlines Center a los Minnesota Timberwolves.

Los Wolves apostaron por un doble marcaje a Doncic desde el inicio del partido para intentar frenar al esloveno. Es decir que aparte de McDaniels, su defensor habitual, saltaba al “trap” Gobert fuera de la zona. De hecho, los Wolves estaban asumiendo demasiados riesgos, puesto que el francés sufre en defensa a medida que se va alejando de la pintura y se queda con Doncic tal y como está quedando patente en la eliminatoria.

Pero la estrategia no le funcionó a los de Finch, puesto que el esloveno levantaba el periscopio y encontraba en su hábitat al rey del triple desde las esquinas en estos playoffs, el bueno de PJ Washington (16 puntos). O bien, habilitaba a Derrick Jones (11 puntos) que estuvo inspiradísmo desde el perímetro 3/3. Esta vez los secundarios por fin estaban apareciendo en Mavs, además de un Lively, que siempre aporta en los dos lados de la cancha.

Es más, ni siquiera estaba apareciendo Irving. Mientras, los Wolves, se precipitaban en ataque y solo lanzaban de tres, salvo Edwards (26 puntos) que prometió antes del encuentro que iba a ser más agresivo penetrando y tirando a canasta. Parecía que los Wolves querían coger el metro bajando las escaleras mecánicas a sprint y de a 3, lo cual a menudo deriva en una caída. Entonces, el plan defensivo de Dallas de colapsar la zona y obligar a tiros exteriores a Minnesota resultaba efectivo. Encima, Conley se marchó lesionado, aunque luego reapareció.

En el segundo cuarto, Mavericks amplió su renta y el partido se volvió más físico. De hecho, Lively recibió dos mandobles:  uno en el rebote defensivo y otro protegiendo la canasta. Ambos de Towns, negado en el triple (0/8). El primer golpe lo recibió en los cascarones, donde más duele. El pívot americano de Dallas gritaba tanto de dolor que se estaba replanteando hasta su descendencia. Afortunadamente, “las partes nobles” quedaron restablecidas y pudo volver a la cancha. Sin embargo, no logró recuperarse del segundo golpe (en la cabeza) y abandonó el encuentro por precaución. En los Mavericks, “la sociedad ilimitada” formada por Kyrie y Luka contaba con un botín de 29 puntos al descanso.

En el tercer cuarto, los Wolves cometieron bastantes faltas al principio, por lo que Dallas dispuso del bonus a favor casi todo el período. La estrategia era clara. Aclarados para Luka o Irving para que los genios forzasen faltas personales de su rival y sumaran puntos, ya sea por acciones individuales o a través de tiros libres.

Era como si los Wolves solo contasen con los puños para defenderse de las embestidas de “Batman y Robin”. Pese a ello, Mr. Frío, o sea, Edwards “se calentó” para congelar Dallas y clavar un parcial de 11-3 a favor de Wolves para poner por delante a los suyos. El escolta lideró a los Wolves anotando 10 puntos en este cuarto. Incluso posterizó a Gafford con un mate marca de la casa a una mano que hizo temblar los cimientos del American Airlines Center. No se trataba de un pájaro ni de un avión. Era “SuperEdwards”. Sin embargo, Finch sentó a tres titulares (Conley, McDaniels y Gobert) debido a problemas con las faltas y Dallas terminó empatando el cuarto.

Doncic e Irving resuelven en el clutch

En los últimos 5 minutos y con el marcador ajustado, los genios se aliaron y frotaron la lámpara metiendo canastas inverosímiles que hicieron vibrar al pabellón y desmoralizaron a su rival. Por ello, los Mavs endosaron un 12-1 de parcial a Minnesota que fue clave, ya que los Wolves se pasaron 4 minutos sin anotar. Además, los Mavericks, estuvieron acertados en el tiro exterior (50%). Finalmente, victoria para los Mavs que se ponen 0-3 en la serie.

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